De la Señora Regateo y los Argumentos que Usó para Sentirse Moralmente Bien con ella Misma
Q uizás lo hemos hecho un par de veces porque es una práctica frecuente cuando se compra un producto. Seguramente no nos demos cuenta de lo que significa moralmente pedir una rebaja porque, o bien está en juego nuestra conveniencia económica, o bien es aceptado como el juego común de jalar-soltar en los negocios. Nuestros argumentos que sostienen esta práctica como moralmente correcta vienen de la asunción de que, si hay un acuerdo mutuo, la práctica es moralmente correcta. Aunque este no es el único argumento, es un buen inicio para nuestra exploración ética. Empecemos por diferenciar el descuento con el regateo. El primero sucede cuando un producto es vendido a un precio inferior al anunciado, bajo la decisión propia del vendedor. El segundo sucede cuando el comprador busca un precio inferior al ofertado por el vendedor. La diferencia más significativa se encuentra en el acuerdo que existe en el regateo, y la ausencia de éste en el descuen...